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Al comprar calzado nuevo es posible que salgan ampollas en los pies los primeros días que los usemos.
Un par de consejos que pueden ayudarte.
No estrenes el zapato o la sandalia sin haber andando con ellos por casa para adaptarlo a tu pie y quitar la rigidez de ésta.
Si puedes cuando estes en casa ponte calcetines gordos, aunque sean sandalias, para cederlas un poco.
Los pies hidratados son menos propensos a las rozaduras que los que tienden a la sequedad.
Un truco es poner un poco de vaselina, (la de los labios sirve), en la zona del talón, los dedos y el tobillo, para que la piel del calzado deslice y así evitar el roce.
Siempre que sea calzado de piel o tejidos nobles, raso, rafia.
El calzado sintético debido a su composición no permite la traspiración de la piel y produce rozaduras.
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